miércoles, 25 de enero de 2012

Megaupload

Durante los últimos días he estado leyendo opiniones de todo tipo respecto al cierre de Megaupload, de todo tipo, pero la mayoría de ellas a favor del mismo, argumentándolas de un modo u otro con que ello supone un ataque a la cultura. ¡¿Cultura?! ¿Qué relación existe entre la cultura y el cierre de Megaupload? Yo pensaba que la cuestión residía en un conflicto entre los intereses de unos tipos multimillonarios que quieren ser más multimillonarios, y los intereses de otros tipos que se han hecho multimillonarios a costa de los primeros, pero ¿cultura? ¿dónde? ¿cuándo? ¿a qué hora exactamente?
- Por favor, la cultura...

- Todo recto, al fondo del pasillo.
-¿Aquella puerta, la de enfrente?
- No, eso es la trastienda... a la izquierda, la puerta con los muñequitos en el marco.

Nos han hecho creer que reivindicando los derechos de autor (ohhh, gran expresión: derechos de autor, qué noble y puro soy que me preocupo por los derechos de autor), defendemos algún tipo de bien intangible, algún concepto supremo que nos convertirá en benefactores de esta humanidad malgastada y corrupta, cuando por lo único que se está discutiendo aquí es por pasta, money money.
— ¿Cuánto me pide por ese yate, oiga?
—No sé no sé, tenga en cuenta que sólo mide 170 metros de eslora, ¿me va a pagar en derechos de autor o en efectivo?
Conozco algunos “creadores” y no me imagino a ninguno de ellos llamando al FBI para que les garanticen o les protejan sus derechos de autor, ni siquiera me los imagino llamando a la SGAE (otros que tal).
— ¿Es el FBI, oiga?
— ¿Conoce la extensión?
—Bueno, yo lo único que quería es que protegieran mis derechos de autor.
—Le paso con el señor Robert S. Mueller III.
El señor Robert S. Mueller III debe de ser allí lo que Teddy Bautista aquí, digo yo, en lo que a derechos de autor se refiere.
Hace 20 años la entrada de un cine valía 350 pesetas, hoy cuesta 8 euracos de nada (1328 pts. +/-), o sea, cuatro veces más. Lo mismo ha ocurrido con los discos y los libros (joder!!! Si ya cuesta encontrar un libro que baje de los 20 euros). Ojalá me pagaran cuatro veces más por mi trabajo, ojalá un trabajador que en 1990 ganaba 120.000 pts., hoy ganara 3.000 euros, bueno, venga, que ganara 2.000, ¿1.500? tal vez así podría seguir yendo al cine, comprar música y libros, sin preocuparse de su precio. A qué aspiran los “creadores”, a llegar a quién, si nadie puede pagar lo que se pide por las “creaciones”.
Y yo que tenía una idea romántica de los piratas...
Lo único que puedo decir es que con el cierre de Megaupload me han cerrado una de las puertas que yo tenía para acceder a la “cultura”.