En BABELIA, suplemento cultural de EL PAÍS, Fernando Royuela firma hoy uno de los artículos más lúcidos y acertados que he leído desde que surgió el aburrido debate sobre el futuro de la novela, titulado Soluciones habitacionales para indigentes literarios. Comparto la totalidad de lo que dice el escritor madrileño y esa es la razón de que considere muy recomendable su lectura. Vosotros mismos.
2 comentarios:
En efecto, cuando campa la tontería y el afán de notoriedad, lo mejor es recurrir a lo obvio.
El futuro de la novela lo dirán los que continúen escribiendo novelas, no importa en qué formato aparezca ni cuántos lectores tengan. Los pesimistas, los pesados, a veces sólo desinforman, porque poco o nada van a aportarle al género. Ciertamente la novela anda algo aburguesada, conformista, y pocos autores hay que dejen obras incontestables, pero siempre ha sido así. El mercado y el mercadeo son dos grandes enemigos de la novela. Pero también fue casi siempre así. En este mundo tan capitalista e idiotamente cientifista sólo nos faltaba dejarnos vencer por los agoreros. Allá ellos con sus desdichas y sus desvaríos.
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